Todo empezó en el mes de marzo,
recién salido de una lesión en el sóleo cuando me rondaba en la cabeza una
prueba de cierta categoría o nivel, comencé a buscar fechas y pruebas en el
calendario que fueran para el verano o muy cerca de él, aprovechando los
entrenos y los días más largos del período primaveral y estival. Encontré
algunas bonitas y variadas, pero me paré en dos concretamente, dos de una
reseña principal y sin duda de un renombre espectacular como son el Gran Trail
del Peñalara (GTP), o el Gran Trail del Aneto-Posets (GTAP). Las dos son muy
bonitas, una es en la sierra de Guadarrama, y otra en pleno centro de los
Pirineos, concretamente en la zona más alta de éstos, el Aneto (3404m).
Al final me decidí por los pirineos
aconsejado por mi hermano Jesús al que le encanta la aventura y los retos
difíciles, ya que también es un apasionado de los desafíos pero en este caso
del ciclismo. Si tenía claro que la distancia que quería recorrer era una
prudente, me llamaba la atención la Vuelta al Aneto, una distancia viable para
mis humildes posibilidades, pero con un desnivel acumulado (3700m) bastante
severo a lo que estoy acostumbrado.
En definitiva, me lancé a la
aventura y comencé con los entrenos, en
este caso si le pedí opinión a un buen amigo como es Andrés López Fernández
(entrenador personal), el cual le gustó el proyecto y juntos emprendimos la aventura. Una aventura que
pronto comenzaría a dar sus frutos porque poco a poco me fue sacando de la
lesión estancada que tenía en el sóleo y en consecuencia, ir progresando en el
día a día. La cantidad y calidad de los entrenos se hacían positivos con el
paso del tiempo, o mejor en las distintas pruebas que realizaba buscando el
objetivo principal.
Uno de los entrenos al que le tengo
un especial cariño es a la prueba de los 80 km nocturnos del Noroeste, y digo
entreno porque es así, esta prueba la utilicé como entreno convencido por el
gran Cesar Vergara, un gran montañero al que le tengo una especial estima y
afecto, al que recuerdo que me dijo, “necesitas un entreno largo de un día, o
doble entreno el mismo día, para asimilar las horas de carrera”, y es cierto,
yo nunca había hecho más de 7 horas de carrera o competición. Y así hice, vi
que estaba cerca la carrera de Ultra fondo de la Federación de Atletismo y me
apunté gracias también a Miguel Ángel de Falco Trail y al Presidente de la
Federación JuanMa Molina. La terminé siendo además la primera de ultra fondo
que hacía, pero no la acabé con los propósitos o la idea que llevaba debido a
que caí en una lesión de contractura en el gemelo. Si me ayudó en planos
generales para afrontar esta durísima prueba en el tema de carga,
semiautosuficiencia y psicológica, la más importante.
Lesión
Los temores resquebrajaban mi
objetivo a falta de un mes y medio por
culpa de la lesión, ya que la recuperación iba lenta y sin éxito, debido en
gran parte a mi impaciencia y nerviosismo, gracias al ánimo de Andrés López no
decaí en desidia y abandono. Faltaba un
mes y seguía igual, hasta que paré de correr una semana haciéndole caso al
entrenador he hice los entrenos con la bicicleta (santa bicicleta), a esto le
añado el milagro que también hizo Rosa Bermúdez de “Clínica de Fisioterapia y
Osteopatía Rosa Bermúdez”, consiguiendo que mi contractura despareciera en esa
semana.
Conseguí restablecerme por completo
y terminar los entrenos largos que me correspondían antes del día “D”. Llegan
también las fiestas de mi pueblo del 11 al 17 de julio, las cuales pasan casi
desapercibidas para mí, haciéndolas las más austeras de mi vida (austeras en
cuanto a comer y beber que lo hice muy moderadamente), debido a que no debía
echar por tierra los 4 meses de entreno que llevaba, además a falta de una
semana para el objetivo.
El Viaje
El día 24 de julio a las 6:15 de la
mañana emprendo viaje junto a mi mujer y mi hija a los pirineos, un madrugón
indoloro y de los pocos que haces con cierta alegría, pero en esta ocasión
merecía la pena, la oportunidad era única, porque soy de los que piensa que hay
que aprovechar el presente ya que nunca se sabe lo que acapara el futuro, y
Jesucristo Aparecido (mi patrón) me ha brindado la oportunidad de hacerlo, y
creo que debo aprovecharlo.
Un viaje deseoso e ilusionante,
primero por aquello de la prueba, segundo porque nunca había estado en la zona
centro de los pirineos, y tercero, por estar tan cerca de los mejores, de un
sueño y de un reto muy serio.
El viaje es largo y a eso las 2 de
la tarde comiendo en un área de descanso pasado Huesca, se divisa perfectamente
la silueta de una parte de los pirineos, no se la que es, pero me da igual ya
me voy imaginando el resto. Nos vamos acercando cada vez más observando una
cantidad de agua desorbitada en la zona, algo que normalmente no ves por tu
zona, convirtiéndose a su vez la silueta de las montañas más grandes y
profundas.
Pasamos por el lago Barasona que es
increíblemente grandioso, un atractivo para la zona en la que se ven claramente
las zonas de ocio para los visitantes. Ya
se percibe en el ambiente que estamos más cerca, apenas media hora más tarde
nos adentramos por una carretera más estrecha y rocosa acompañados por el río
Ésera, el cual unos minutos más tarde nos termina de acompañar hasta el
Apartahotel que tenemos alquilado en Castejón de Sos.
Entramos las maletas y descansamos
un poco, lo justo para hacer un par de llamadas, salir pitando a la calle y ver
lo que nos depara las portentosas montañas que nos rodean, siendo la primera que
veo “el gallinero”, lo que si me fijé más al norte fue en el macizo de Posets y
la Madaleta, inconfundible y todavía con bastante nieve en su cima.
Acostumbrado a mi Buitre, Frailes y la Muela de verlos siempre imponentes, esta
vez me tenían que perdonar, pero era digno de admiración, de impresión y de elogios,
ver estos imponentes macizos.
Día “D”
Llega el día “D”, la noche anterior
hago mi cena habitual pro carreras, pasta, ave y más pasta, llegan llamadas de
ánimo por parte de mis hermanos y familia, además de mensajes de apoyo por el
facebook y wasap de los amigos. Dejo preparada los cuatro kilos y medio de
mochila que tengo que llevar conmigo en todo el trayecto, dentro, todo lo que
había exigido la organización, que lo veía algo descomunal, pero si lo exigen
por algo será. Pronto a la cama y esperar a que suene el despertador, lo cual pongo
tres alarmas por si alguna me fallaba, no quería faltar a esta cita.
A las 5 en punto arriba haciendo el
desayuno habitual de pasta, se levantan a la vez mi familia y a eso de las 6:15
nos vamos al pueblo de Benasque, lugar desde donde sale la prueba,
concretamente en la Av. de los Tilos. Ya había ambiente, una mañana muy fría, a
lo cual nos tenemos que refugiar en una cafetería hasta que se acerque un poco
más la hora. Cada vez más corredores se van acercando a la zona, los nervios
está latentes en mí y en muchos de los corredores que acuden, se nota en las
caras. El speaker anuncia los últimos 10 minutos antes de la salida para
meternos en el corralito como ellos dicen, me despido de mi mujer e hija y
entro, más nervios y a su vez deseos de que empiece ya.
Salida de la prueba
Son las 7:00:00 en punto y se da la
salida a la ultra trail Vuelta al Aneto, por delante casi 60 km de recorrido y
3700 metros positivos por retar. El primer tramo es un recorrido de 14 km hasta
los llanos del Hospital, con subida de 600 metros +, donde marco un ritmo suave
y reservón previniendo lo que venía después y garantizarme así poder terminar,
que es el objetivo claro de la prueba. El segundo tramo es con una subida más
brusca hasta el Refugio de la Renclusa (km 20) a 2300 m, lugar donde está
situado el primer avituallamiento y uno de los dos únicos del recorrido,
sabiendo que la prueba es de semiautosuficiencia parada obligatoria, dos
minutos para reponer agua y fruta, unas fotos al pico del Aneto que lo tenemos
de vigía encima y sigo la marcha. Emprendo la subida al collado de Salenques (2797m), el cual
comienza por una senda hasta ascender a cuello l´Anclusa, para descender hasta d´Aiguallut,
lugar precioso de varias vertientes de agua impresionantes, unas fotos para
captar el momento continuando la marcha.
Collado Salenques
Primero una subida de un collado
desviándonos a la derecha más al Aneto, posteriormente bajamos de nuevo y comienzo
la subida seria al Collado de Salenques, donde primero te encuentras las
pedreras asombrosas o caos de piedras que me reducen el ritmo, y posteriormente
el nevero hasta la cima que ponen los puntos sobre las ies, dejando claro que
estamos en alta montaña. La dificultad técnica es muy alta, algunos se ayudan
sobre la cuerda que facilitó la organización, otros sobre los bastones, lo
importante era llegar como fuese, la nieve estaba fría y a su vez quemaba
debido al sol. Hago cima en el km 26 y medio de carrera con alguna dificultad,
paso el control y admiro unos segundos el paisaje que desde allí se divisa, el
Aneto al alcance de la mano, parecía que estabas en la cima del mundo, un
momento de reflexión allí arriba merecía la pena.
Sigo con cautela, y el control de
la organización de la cima nos dice que bajemos despacio el primer tramo del Valle
de Salenques, ya que estaba bastante peligroso, con una senda muy escarpada. Al
bajar veo otro nevero en el valle donde la gente bajaba arrastrando de culo, al
terminar el nevero un montonazo de piedras donde si no tenías cuidado te podías
estrellar. Cuando llego al nevero no es que bajaras así resbalándote por
capricho o diversión, es que sin duda con la pendiente que había te caías y
resbalabas, la nieve te frenaba unos metros antes de darte con las piedras. Un
subidón de adrenalina que no te ayudaba moralmente para terminar de bajar con
la dificultad técnica que tenía el Valle, sobre todo para los que como yo soy
miedoso en este tipo de bajadas.
Collado 2.706
Nada más terminar la bajada del
valle de Salenques con sus ibones, otra subida, esta vez la llamada collado
2.706, comienzo de nuevo la segunda ascensión seria de la mañana, otra que se
hace interminable, pero esta vez es más llevadera y entretenida, sabes que al bajar
tienes el avituallamiento para reponer fuerzas. Pero me equivoqué, no me acordé
que había otra pequeña ascensión de 2300 metros antes de bajar a la presa de
Llauset, lugar donde estaba el segundo y último avituallamiento. Esa ascensión,
aunque solo fuera de 2300 metros hizo mella, no solo en mí, sino en muchos
corredores, nos preguntábamos si ese era el Ballibierna, y donde estaba el
apreciado control, pero no, un corredor dijo que miráramos el perfil que había
un pequeño pico antes de llegar a la presa.
Uno de esos que no te acuerdas, o
no lo hechas en cuenta porque lo ves pequeño, siendo pequeño en el mapa o el
perfil, pero en realidad era un pico con todas sus consecuencias. La cuestión
es que lo subo con alguna dificultad y de nuevo desciendo con más rocas y
rocas, llego a la presa un poco enfadado
y molesto del estómago, donde por fin me puedo tomar el ansiado “caldo del
Aneto”, era lo único que quería tomar. Y así fue, parece que el famoso caldo
fue mano santo para mi estómago y mi cuerpo, parecía otro, recuerdo que me dijo
el organizador que me lo sirvió, “con este subes el Ballibierna sin enterarte”.
No fue así pero fue el collado que menos
sufrí o que más fácil ascendí, y que conste que también tenía una dificultad
técnica muy alta.
Collado Ballibierna
La bajada del Ballibierna hasta sus
ibones fue más sencilla, y una vez los pasé ya comencé a trotar, con dificultad
pero trotaba, y así hice hasta el refugio Coronas, donde comenzaba la pista
forestal, allí colgué los bastones en la mochila e inicié la carrera de nuevo.
Creía que no podría correr por lo tocadas que llevaba las piernas, pero no fue
así, junto con un participante valenciano de la prueba (Paco), inicié el
descenso de la pista con un bien ritmo, donde nos dio tiempo de conocernos e
intercambiar impresiones, alternábamos un rato corriendo, unos metros
recuperando, pero en definitiva conseguimos bajar juntos toda la pista. Al
finalizar ésta ya coges los últimos cuatro km por el camino de inicio y pegados
a la carretera principal que te lleva a Benasque, los ánimos son mayores y nos
decimos ¡esto está hecho!
Un kilómetro antes de llegar a meta
me da tiempo de llamar a mi mujer para tranquilizarla que estoy llegando, y que
esté preparada para mi llegada, entro en las primeras viviendas de Benasque, la
música se oye cada vez más fuerte, la gente te anima a rabiar “vamos que lo
habéis conseguido”, “vamos que lo tenéis”, “vamos campeones un último
esfuerzo”, “ánimo”, muchos aplausos.
Meta
Los últimos metros de la meta
fueron espectaculares, nunca había sentido tanta emoción junta en mi vida, a
eso se juntó, que me alcanzara sin darme cuenta mi hija para entrar conmigo los
últimos metros, mi mujer grabando el momento, el speaker animando, la prueba
finalizada, el objetivo conseguido, los pelos como escarpias, no rompí a llorar
pero a punto estuve. Alegría, júbilo, satisfacción, gozo, todo junto recorría
mi cuerpo, abracé a mi familia con todas mis fuerzas o las que me quedaban, me
contuve un momento en mirar al cielo y darle las gracias a mi Patrón de nuevo a
mi Jesucristo Aparecido que me guio en todo momento, queriendo que juntos
alcanzáramos la gloria, unos momentos inolvidables y una imagen que tardaré
mucho tiempo en olvidar. Me acordé de todo, de estos duros 4 meses de entrenos,
de fines de semana echado en la montaña sin hora para acabar, de las lesiones,
de los amigos, de los ánimos, de toda aquella gente que me importa y que de
verdad estuvo a mi lado apoyándome, esta entrada a meta se la dediqué a todos ellos.
Tengo que decir que en este tipo de
pruebas tan largas, las copas, los titulares y
los premios son para los primeros, los mejores y los que luchan para
eso, y bien que se lo merecen. Pero a los demás nos queda la gloria, la dicha,
el deleite, el bienestar y el mérito de conseguir lo que muchos anhelábamos
hace apenas unos días, poder terminar una de las pruebas más duras de España si
no es la que más. Eso es lo que muchos
de ustedes me dirán, “este como no puede ganar se conforma con terminar”, no es
cierto, este tipo de pruebas durísimas te las tienes que plantear así, hacerlas
y acabar en las mejores condiciones que puedas, el tiempo es lo de menos, se ha
cumplido el reto y ya está, ese concepto lo tenemos presente la mayoría de los participantes de los que
vamos a correr allí. Mi enhorabuena a todos los participantes de la prueba que
consiguieron terminar este reto, fuese la
disciplina que fuese.
Una prueba más terminada y
curiosamente la que más entero he acabado, he disfrutado como un crío en una
feria con entrada gratis, he conseguido terminar una prueba que me había puesto
el listón muy alto, una ultra trail de alta montaña casi nada. Me quedo con
todo lo de la prueba en líneas generales, la zona, la altura, el recorrido, el
perfil, la organización, las vistas, el paisaje, la nieve, los cauces,
barrancos, en definitiva todo. He podido visitar algunas zonas de los pirineos
centrales, mi familia ha disfrutado, que más se puede pedir.
Agradecimientos
Antes de acabar la crónica me
gustaría agradecer a algunas personas de las que han hecho posible que yo
estuviera ahí y pudiera terminar mi experiencia en los pirineos. En primer
lugar a mi familia, mi mujer y mi hija que son esenciales en mi vida, y que han
tenido que aguantar mucho durante estos largos cuatros meses de entrenamiento.
En segundo lugar a mis hermanos Pedro, Jesús y Víctor tres auténticos guerreros
de la bicicleta, los cuales me han aconsejado mucho. A Andrés López Fernández
(entrenador personal deportivo), que ha estado a mi lado en todo momento, con
sus planes de entrenamiento, apoyándome y haciendo de psicólogo a la vez, le
debo mucho a Andrés. A mis fisios “Mingo” y en esta última etapa a Rosa
Bermúdez de “Clínica Fisioterapia y Osteopatía Rosa Bermúdez”, a Ventura
Guerrero por tener a un amigo en las tiradas largas y entrenos duros. A los
numerosos amigos que me han dado un aliento de apoyo y ánimo para esta prueba.
A Fernando Morales del “club simplemente Runner” que me mandó muchísimos
mensajes animándome en todo y aconsejándome, ya que él la hizo el año pasado. Y
quiero también hacer una mención especial a César Vergara que fue mi maestro, me
advirtió mucho con su experiencia sobre cómo actuar en este tipo de pruebas,
además de poner a mi disposición todo su comercio de The North Face de Cehegín
a mi disposición, por cierto una gran tienda ligada al mundo de la montaña con muy
buenos precios, todo hay que decirlo.
Si me he dejado a alguien por
mencionar, ruego me disculpe.
Por último felicitar a la
organización del Gran Trail Aneto Posets (GTAP) por el gran trabajo que han
realizado durante todo el recorrido de la prueba, no sé si estaré el año que
viene ahí, pero intentaré por todos mis medios que así sea, porque es una
prueba de 10.
Fotos de la Prueba
Enhorabuena Julián por este gran e importante reto para ti. El mérito es todo tuyo con esa voluntad de hierro que tienes.
ResponderEliminarUna maravillosa crónica, que al leerla, nos traslada a las inmediaciones del Aneto. Felicidades de nuevo y gracias!
Un abrazo.
Gracias Rosa, me alegro que te haya gustado la crónica, de eso se trata de trasladar lo vivido a los lectores. Pero permiteme que te diga que aunque el mérito sea mío o nuestro de los corredores, los fisios tenéis un papel muy importante en hacer que consigamos nuestro objetivo y si además sois buenos pues fabuloso.
EliminarTe cuidado que este tipo de pruebas enganchan y después quieres más. Enhorabuena.
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